Ruta camper por Cantabria, una joya del norte de España.
Un lugar increíble en plena naturaleza y en el que se esconden pueblos medievales con mucho encanto y decenas de villas marineras con mucha historia; en resumen, el destino perfecto para trazar una ruta camper por Cantabria
Ponerte al volante y coger la carretera para conocer Cantabria en autocaravana es un planazo familiar como pocos, ya que juntos conoceréis rincones que no imaginabais que existían, perdidos en la naturaleza y repletos de secretos que quieren contarte.
Te dejamos una hoja de ruta aquí abajo, pero te la desglosamos para que sepas qué ver en esta ruta en autocaravana por Cantabria.
Ruta camper por Cantabria: 9 lugares imprescindibles que tienes que visitar
Castro Urdiales
¿Qué mejor lugar para empezar tu ruta que Castro Urdiales? Este lugar está repleto de rincones para visitar, por lo que te recomendamos aparcar la autocaravana en alguna de las calles del Casco Antiguo o en el parking del Parque Amestoy y comenzar tu visita justo aquí.
Este parque es un amplio espacio situado junto al Paseo Marítimo y el Puerto, con una ciudad ajardinada repleta de flores y árboles de todo tipo en su corazón. Esta ciudad ajardinada está rodeada de elegantes edificios, como el de Salvarrey, en la Avenida de la Constitución, y cuenta con estupendas vistas al conjunto monumental de Puebla Vieja. En este parque también encontrarás la Oficina de Turismo, desde donde te podrán guiar para hacer una visita muy completa.
Ya que estás cerca, te recomendamos visitar el Paseo Marítimo, también conocido como Paseo Ocharan Mazas. Este paseo va desde el Parque Amestoy hasta el Parque Cotolino y discurre paralelo al mar, por lo que gozarás de unas vistas inolvidables del litoral cántabro desde diferentes puntos como el Muelle de San Luís. Y también te aconsejamos aprovechar para acercarte al Palacio Ocharan, cerca de la Playa Brazomar, un palacete ecléctico construido en 1901 al que se le añadió un castillo-observatorio.
A los pies del conjunto de Puebla Vieja se encuentra el Puerto, delante de la Plaza del Ayuntamiento. El Puerto de Castro Urdiales mantiene la esencia pesquera de antaño. Recoge a pequeñas embarcaciones que suministran pescado y marisco fresco a los restaurantes y mercados de la región. Cuenta con una pendiente conocida como la rampa varadero de San Guillén, que se utiliza para reparar barcos.
Y como te pilla cerca, qué mejor que asomarse a la Plaza del Ayuntamiento, rodeada de soportales y terrazas, y donde podrás ver la Casa de los Chelines, declarada Bien de Interés Cultural en 1991.
Saliendo de la Plaza del Ayuntamiento por el Paseo Marítimo pasarás por delante de la Estatua de Remero, uno de los símbolos de Castro Urdiales, y el Monumento a las Rederas. Esto te indica que vas por buen camino para llegar al Puente Medieval, o Puente Romano. Si visitas Castro Urdiales, tienes que cruzar sí o sí por este Puente Medieval de un solo arco ojival y de estilo gótico. Une el promontorio donde se encuentran el Castillo de Santa Ana y la Iglesia de Santa María con el de la pequeña ermita de Santa Ana.
Y es que el Castillo de Santa Ana es la siguiente parada, una fortaleza medieval del siglo XIII que se amplió en 1853 con la instalación de un faro. Impresiona su planta pentagonal con torreones cilíndricos de 15 metros situados en cada esquina, además de los restos de la antigua ermita de San Pedro; en su interior te espera un gran salón cubierto por una bóveda de cañón.
Otro punto de interés histórico es la Iglesia de Santa María de la Asunción, un templo de estilo gótico construido entre los siglos XIII y XV bajo la protección del rey Alfonso VIII de Castilla. Esta iglesia fue declarada Bien de Interés Cultural en 1931. Al salir de ella, puedes acercarte al Parque de la Atalaya para gozar de buenas vistas al litoral cántabro. Luego puedes bajar hasta el Pedregal, una plata interior que se forma por el agua del mar que se cuela por las grietas de las rocas del acantilado.
Y para terminar la visita a Castro Urdiales con broche de oro, nada mejor que visitar la Playa de Ostende, una playa de arena artificial que presume de 900 metros de longitud y dividida en dos secciones por el promontorio rocoso Punta de los Cuervos. Para pernoctar en Castro Urdiales, puedes pasar la noche en el parking mixto y gratuito de la playa de Dicido.
Laredo
A 20 minutos de Castro Urdiales se encuentra Laredo, capital de la comarca de la Costa Oriental y ubicada junto al mar Cantábrico. Se trata de una de las villas más famosas para veranear en Cantabria por sus propuestas de ocio y turismo. De hecho, es una de las cuatro villas marineras de Cantabria junto a Santander, San Vicente de la Barquera y Castro Urdiales.
Laredo siempre ha sido un punto importante en la historia de España y su condición de puerto real ha dejado un gran legado que hoy puedes disfrutar en tu ruta por Cantabria en autocaravana.
Puedes empezar por la Puebla Vieja, un conjunto histórico-artístico donde se encuentran los principales monumentos de la villa. Se trata de una zona formada por seis calles que datan de la Edad Media y que se sitúan al pie del principal punto de interés de Laredo:la iglesia de Santa María de la Asunción.
Esta iglesia de estilo gótico fue construida en el siglo XIII y posteriormente se amplió. De ella destacan su retablo barroco y las diferentes esculturas y pinturas que decoran sus capillas. Al pie de esta iglesia, como te comentábamos, se encuentran las seis callejuelas de Puebla Vieja, que te llevarán a otra época a través de sus edificios que datan de los siglos XVI, XVII y XVIII, como la Casa de Zarauz, la Casa de los Villota y la
Casa de los Peregrines. En este precioso conjunto también encontrarás otras iglesias, torreones y las dos puertas que se conservan de la antigua muralla.
Junto a Puebla Vieja se encuentra el Arrabal, en la zona del antiguo puerto. En el Arrabal puedes visitar la Plaza de la Constitución, donde se encuentra el Ayuntamiento, el Hospital de Sancti Spiritus y el Convento de San Francisco. Si sigues caminando más allá de la Puebla Vieja, llegarás a la zona comercial de Laredo: Ensanche, con notables edificios públicos y lugares de interés, como la Plaza de Carlos V y el Puntal, donde se encuentra el Club Naútico.
Y ninguna visita a Laredo está completa sin visitar sus cuatro bonitas playas:la Playa de la Salvé, que es la principal con sus más de cuatro kilómetros de longitud y que discurre junto al paseo marítimo entre Puebla Vieja y el Puntal; la Playa El Regatón, de más de dos kilómetros y situada en la desembocadura del Río Treto; y las Playas del Puntal y de la Soledad, más pequeñas y menos concurridas, pero igualmente hermosas. En Laredo podrás pasar la noche en el parking de la avenida de los Derechos Humanos.
Santoña
A 20 minutos de Laredo se encuentra Santoña, una villa marinera que puedes ver en una mañana o tarde paseando. De hecho, Santoña destaca por sus numerosas rutas, como la ruta del Faro del Caballo, elegido Mejor Rincón de España por la Guía Repsol en 2014. Para llegar hasta allí tendrás que bajar 685 escalones. 111 más si quieres que la recompensa sea un bañito, pero merece la pena preparar tus piernas para deleitarte con el paraíso escondido del Cantábrico. Otra ruta que merece la pena es la ruta de la Cruz del Buciero, desde la cual obtendrás las mejores vistas de Santoña, de su bahía y de su costa.
También puedes visitar las playas de Santoña, como la Playa de Berria, o dar un paseo por El Pasaje y ver lo bonita que es la Bahía de Santoña. Si pasas por el puerto, verás un mirador en forma de barco desde el cual verás el puerto pesquero y deportivo de Santoña, las marismas y la bahía. Además, está justo encima del Centro de Interpretación de las Marismas de Santoña, Victoria y Joyel, cuya entrada es gratuita y es una visita estupenda para viajar con niños.
Si quieres aprender un poco de historia y transportarte a una época más antigua, te recomendamos visitar las fortificaciones de Santoña: el Fuerte de San Martín, al final de El Pasaje; el Fuerte del Mazo o de Napoleón, donde verás una panorámica impresionante de Santoña y Berria; y el Fuerte de San Carlos. Y no olvides visitar también el mirador de la Virgen del Puerto para asomarte a la entrada de la Bahía de Santoña. En este punto termina El Pasaje y si el día está despejado, alucinarás con las vistas.
Si lo tuyo es el mar, puedes hacer una visita en barco por la Bahía de Santoña, el Parque Natural de las Marismas y ver el Faro del Caballo desde las aguas color turquesa. Para ello, te recomendamos comprar entradas para este paseo antes de visitar Santoña para asegurarte la visita. Y es que no te puedes ir de Santoña sin conocer el Parque Natural de las Marismas de Santoña, Victoria y Joyel.
Santander
Si conduces durante 40 minutos llegarás al corazón de Cantabria: Santander. Situada en la costa norte de España, Santander es la capital de Cantabria. Destaca por su historia y sus innumerables rincones que visitar, como el Palacio de la Magdalena, el Casco Histórico o los jardines de Pereda.
Lo primero que tienes que hacer al llegar a Santander es pasear por El Sardinero, la zona más popular de la capital. Recorriendo su paseo marítimo verás impresionantes vistas de sus playas, desde la Avenida Reina Victoria hasta la segunda playa de El Sardinero. Durante este recorrido te recomendamos parar en el Gran Casino en la Plaza de Italia y el mirador de los Jardines de Piquío para, finalmente, concluir tu paseo en el Parque de Mesones.
Continuando con el recorrido te encontrarás el Faro de Cabo Mayor , uno de los iconos por excelencia de Santander. A su lado tienes el Faro Café Bar para tomar algo en su terraza con las vistas de la naturaleza y el mar. Antes o después de este descanso te recomendamos pasar por la Playa de Mataleñas y deleitarte con una senda entre las playas y los acantilados.
Otra joya que debes visitares la Península de la Magdalena, cuya entrada principal a este parque se encuentra en la segunda parte de la Avenida Reina Victoria. Para recorrer esta extensa zona puedes utilizar el “magdaleno”, el tren turístico que la recorre. En esta península descubrirás la Playa de Los Bikinis, el Embarcadero Real o el Faro de la Cerda y, en su cumbre, en una explanada, el emblemático Palacio de la Magdalena . En el descenso encontrarás tres caballerizas reales que un marido donó a la ciudad y un pequeño zoo de animales marinos.
De vuelta a Santander tienes el funicular Río de la Pila, inaugurado en 2008 y ubicado en la parte antigua de la ciudad. Es gratuito y tiene tres paradas, y funciona de seis de la mañana a doce de la noche. También puedes recorrer a pie la Bahía de Santander desde el Paseo Pereda, con sus jardines, hasta Puerto Chico pasando por el Centro de Arte Botín. A continuación, tienes la Grúa de Piedra, icono de la ciudad, el Palacete del Embarcadero, los monumentos de Los Raqueros y José Hierro y el Club Marítimo.
Una vez en Puerto Chico puedes seguir por la calle Castelar y terminar en el Palacio de Festivales, el Planetario y el CEAR de Vela Príncipe Felipe. En las vistas del mar encuentras una gran cantidad de playas, como Los Peligros, La Magdalena, Los Bikinis, el Camello, La Concha, Primera de El Sardinero, Segunda de El Sardinero, Los Molinucos, Mataleñas…
Si el día acompaña, te recomendamos pasar un día en la Playa del Puntal, un arenal ubicado en medio de la Bahía de Santander y que tiene agua por ambos lados. Una playa de dos kilómetros y medio a la que puedes llegar andando desde Somo o en barco desde Santander. Y por supuesto, no pierdas la oportunidad de callejear por las calles de Santander, como la plaza del Ayuntamiento, el Mercado de la Esperanza, la Plaza Porticada, entre otros.
Para pernoctar en Santander, puedes acudir al parking de la marina en el puerto deportivo, con una tarifa de seis euros, o el área de autocaravanas de Las Llamas, con 25 plazas y gratuita.
Suances
La siguiente para es Suances, a media hora de Santander. Puedes visitarlo en una mañana o una tarde, aunque nosotros te recomendamos visitarlo con calma para gozar con todo lo que tiene que ofrecerte.
Puedes aparcar gratis en cualquier lugar habilitado del pueblo y gozar de sus playas y su puerto natural, conocido ya en la antigua Roma como Portus Blendium. El primer lugar que te recomendamos visitar es la Playa de los Locos, una de las playas más bonitas de Cantabria y una de las preferidas por surfistas de toda España.
La playa es un arenal de apenas 300 metros, rodeada de acantilados, a la que se baja por una escalinata, por lo que te recomendamos ir con la marea baja. También puedes quedarte en la cima de los acantilados y disfrutar de las espectaculares vistas desde el Mirador de los Locos.
A pocos metros se encuentran el antiguo fuerte de El Torco y el Faro de la Punta del Torco. Aquí también podrás deleitarte con unas hermosas vistas del mar Cantábrico, la Isla de los Conejos, el pueblo de Suances, la ría de San Martín y la costa de Miengo. Dirígete luego a la playa de la Concha, la más grande de Suances, y disfruta de su arena dorada o su precioso paseo marítimo.
Santillana del Mar
A apenas diez minutos de Suances se encuentra el siguiente destino de esta ruta camper por Cantabria. Santillana del Mar, conocido como uno de los pueblos mas bonitos de España. Y es que ese encanto a través de sus casonas montañescas y sus calles empedradas no tiene parangón.
Santillana del Mar promete mucho ocio y mucha historia. Si quieres empezar fuerte puedes dirigirte al Museo de Altamira y la Cueva de Altamira, conocida a nivel nacional e internacional. Y es que la Cueva de Altamira es, sin lugar a dudas, el destino obligado de Santillana del Mar; si sólo puedes visitar un solo rincón de esta comarca, tiene que ser este.
La Cueva de Altamira fue descubierta por una pequeña de 8 años en 1868. En ella se encuentra lo más magnífico del arte rupestre del paleolítico a nivel mundial. De hecho, se la conoce como la Capilla Sixtina del Arte Rupestre, con pinturas que datan de hace más de 36.000 años. No te pierdas el techo de la sala de los polícromos, lugar único en el mundo y considerado Patrimonio de la Humanidad; aquí verás los famosos bisontes pintados en pigmentos rojos y negros difuminados de hace 14.5000 años. A día de hoy la Cueva de Altamira está cerrada para garantizar su conservación, pero puedes ver una réplica exacta en el Museo de Altamira: la Neocueva de Altamira.
Pero no sólo de arte rupestre se compone Santillana del Mar. Otra atracción turística digna de ver es la fachada principal de la Colegiata de Santa Juliana, el monumento románico más importante de Cantabria y que data del siglo XII. No te pierdas su interior, muy bien conservado, con un retablo de influencias flamencas, su claustro y una pila románica del siglo XIII.
Pasea también por la Plaza Mayor de Santillana del Mar, donde encontrarás el Ayuntamiento, la Casa del Águila y la Parra y la Casa del Cura. También tienes la Torre de Don Borja y la Torre de Merino, dos torres medievales que aún se conservan. En cuanto al Casco Histórico de Santillana del Mar, está repleto de casas con escudos, ya que se conoce a la ciudad como la villa de los escudos.
¡Y qué decir del mar! Se decía qué Santillana del Mar es la villa de las tres mentiras porque ni es santa, ni llana ni tiene mar. ¡Nada más lejos! En Santillana del Mar encuentras el secreto de Ensenada de Onzapera, un secreto que te recomendamos descubrir por ti mismo. Y para pernoctar puedes acudir a la Rolacena, gratuita de julio a octubre.
Comillas
A 20 minutos de Santillana del Mar se encuentra Comillas, asentada sobre unas colinas que la protegen del cantábrico. Un lugar con un paisaje propio de un cuento de hadas, que se entremezcla con una arquitectura espectacular firmada por artistas modernistas como Gaudí.
En Comillas encuentras edificios modernos junto a otros de origen barroco o medieval, lo que conforma un hermoso Conjunto Histórico-Artístico. Su visita obligada es el Palacio de Sobrellano; puedes dejar tu autocaravana en el parking de la calle del Marqués de Comillas y subir caminando hasta este palacio que data de 1888, construido por el arquitecto catalán Joan Martorell por encargo de Antonio Lópz y López, primer marqués de Comillas.
El Palacio de Sobrellano destaca por su estilo neogótico, que recuerda a los palacios venecianos.
Su mobiliario fue diseñado por el propio Gaudí y, como dato curioso, fue el primer edificio en utilizar luz eléctrica en España.
Además del Palacio de Sobrellano, también puedes visitar la Capilla Panteón de Sobrellano. Construida en 1878 también por Joan Martorell y donde encuentras los mausoleos de los Marqueses de Comillas.
Este trío del Parque de Sobrellano lo completa el Capricho de Gaudí, también conocido como Villa Quijano. Una maravilla modernista que enamora por su fachada de estilo oriental con una colorida torre cilíndrica.
Otros monumentos de interés que visitar en Comillas son la Fuente de los Tres Caños, la Puerta de los Pájaros, la Universidad Pontificia o el Casco Antiguo.
Para pernoctar puedes acudir al área de autocaravanas Las Hazas, a 10 kilómetros de Comillas. Con tarifas que van desde los 4€ a los 12€ dependiendo de los servicios de los que quieras disponer.
A un cuarto de hora de Comillas continuando nuestra ruta camper por Cantabria, se encuentra Cabezón de la Sal. Situado en la Hoz de Santa Lucía, cerca de la Sierra del Escudo de Cabuérniga. En esta villa, donde la sal es la mayor riqueza, uno de los lugares más interesantes que visitar es el Parque Natural de Saja.
Algunos puntos de interés son el Palacio de la Bodega, la Iglesia de San Martín, el Parque Conde de San Diego, el Mercado Tradicional, el Museo de la Naturaleza de Carrejo, el monumento a los artistas cántabros, el Museo Molino de Carrejo, el Museo Calabozo del Siglo XVIII o el Poblado Cántabro.
También puedes hacer rutas de montaña en el municipio, como la ascensión al Palo de Santibáñez de Carrejo. Dura entre dos y tres horas y es muy cómoda y accesible para todo el mundo. Te llevará a lo alto del monte, donde podrás gozar de unas fantásticas vistas del valle de Cabezón, el de Mazcuerraz y Ruente.
Otra ruta muy interesante es la del Paseo Ontoria-Santibáñez, que se considera más bien un agradable paseo junto a la ribera del río.
San Vicente de la Barquera (Parque Natural de Oyambre)
A poco más de diez minutos de Cabezón de la Sal se encuentra San Vicente de la Barquera, donde hay mucho que ver. Destaca por el Parque Natural de Oyambre. Esta villa marinera puede disfrutarse en un día o en una parada larga, empezando por su impresionante conjunto medieval.
También son destacables sus playas: El Rosal, El Tostadero o de La Maza, que merecen una visita, sobre todo en días soleados. Otro punto de interés histórico es el Puente de la Maza, una imponente obra de ingeniería medieval que ya estaba presente en el siglo VI. Llegó a tener 32 arcos, siendo uno de los puentes más grandes del reino. Según la leyenda, si pides un deseo y aguantas la respiración hasta que lo cruzas, éste se cumplirá.
Cerca de este puente está el Convento de San Luis, una construcción gótica que tiene la estructura típica de las iglesias de la orden franciscana.
En plena Puebla Vieja también encuentras la Torre del Preboste, un torreón levantado en el siglo XIII y adosado a la antigua muralla. Siguiendo por esta zona tienes el Palacio de la Familia Corro, un palacio renacentista que ahora sirve como Ayuntamiento.
Dos edificios contiguos que merecen una visita son el hospital de la Concepción, antiguo refugio de muchos peregrinos y ahora en ruinas, y la Iglesia de Santa María de los Ángeles, levantada entre los siglos XIII y XVI. Con características del gótico montañés, siendo uno de los ejemplos más destacados de esta arquitectura. Su torre puede verse desde cualquier punto de San Vicente, por lo que se ha convertido en un icono de la villa.
Otro ejemplo de arquitectura impresionante es el Castillo del Rey. Construido en el año 1210 y que hoy cuenta con una exposición permanente sobre la historia de la villa. Yendo hacia el puerto, en su entrada sitúa el Santuario de la Barquera. Lugar en el que, según la tradición, la Virgen de la Barquera se apareció en una embarcación sin velas, remeros ni tripulación. Ya que estás allí, puedes concluir tu visita en el Faro Punta de la Silla. Este lleva funcionando desde 1871 gracias al Primer Plan de Alumbrado bajo el reinado de la Reina Isabel II.
Este faro acoge el centro de interpretación del Parque Natural de Oyambre, donde podrás disfrutar de unas sobrecogedoras vistas de la puesta de sol.
Para pernoctar tienes una zona de aparcamiento al lado de la playa donde tienen servicios hasta las nueve de la noche. Hay ducha de playa y puedes sacar mesas.
Potes y Picos de Europa
Si conduces durante casi una hora llegarás a Potes, en el centro de Liébana. Si sólo puedes hacer una cosa en Liébana, esa tiene que atravesar el Desfiladero de la Hermida, con 21 kilómetros de longitud.
Este espectáculo paisajístico marca los límites entre los Picos de Europa y el acceso al Valle de Liébana. Además, es un recorrido repleto de miradores para detenerse a observar el paisaje, como el Mirador de Santa Catalina. También encontrarás unas aguas termales que nacen en la orilla del río Deva.
También te recomendamos parar antes por Potes, que está a una hora de Liébana y a 25 minutos del Teleférico de Fuente Dé. Tienes que pasar sí o sí por allí para llegar a Liébana, así que te recomendamos parar a visitar sus calles empedradas. Descubre la Torre del Infantado, una fortaleza medieval que fue rehabilitada para acoger exposiciones.
Para pernoctar puedes recurrir al parking de Potes, un estacionamiento que se encuentra detrás del supermercado Lupa en un terreno plano y en pendiente. De esta manera acabaríamos nuestra ruta camper por Cantabria